Acá en Yucatán, decidí a enfocarme en medicina tradicional durante de mi proyecto final. Viví con un huesero y una curandera y ambos detectaron [un] problema en mi cadera. El problema manifestó físicamente en mis huesos y también apareció en las cartas que leyó Doña Chucha, la curandera. Que alguien pudo ver mi problema solamente con una baraja de cartas, sin un consulto fue bien loco. Doña Chucha me dijo que el problema en mi cadera estaba ocasionando otros problemas en mi cuerpo poco a poco. Mi circulación es muy mal. Mis pies y manos siempre son fríos. Dijo Doña Chucha que el problema de la cadera tenía la culpa...
Ella me dijo que es la mano de Dios, que Dios pone las personas donde necesitan estar si ellos preguntan para que necesitan. Para mí, esta experiencia fue un lección en fe y me enseño que hay mas no consideraba yo cuando pensaba en que construye bien salud. Hay muchas cosas en esta vida que no entiendo, que no puedo ver, y que no puedo explicar. Creo que no necesito entender todo. Para saber que cosas inexplicables y buenas existen esta bastante.